Karlita Gomez

“Y estoy seguro de que Dios, quien comenzó la buena obra en ustedes, la continuará hasta que quede completamente terminada el día que Cristo Jesús vuelva.”- Filipenses 1:6 (NTV)

¿Quiénes han armado algo de lego o K´nex? Si aún no has tenido tan placentera experiencia, te animo que vayas a la paca mas cercana y busques uno de estos juegos donde si eres un niño con cuerpo de adulto como yo, podrás disfrutar de horas de diversión y desconectarte de las presiones del día a día. Con mi Samiturrio nos encanta armar legos, los que me conocen saben que mi estuche de celular es de LEGO, los que nos han visitado en nuestra casa saben que poseemos de algunos carros, montañas rusas y cualquier cosa similar. Cada vez que nos preparamos para armar alguno, el primer paso es separar todas las piezas y unirlas por similitud, el segundo paso es tener a la mano las instrucciones para armarlo (si no lo tiene, es fácil de conseguir en internet), el tercer paso es poner buena música y empezar la aventura, hay que tener paciencia porque puede tomarte días para terminarlo pero al finalizar VALDRÁ LA PENA TODO ESFUERZO Y TIEMPO INVERTIDO.

En una oportunidad que estaba observando a Sammy re armar un carro, que con anterioridad ya se había armado pero por alguna razón se desarmó, Dios me dio una gran lección: así como nosotros podemos ver en la caja la foto del producto ya armado aunque por dentro esten solo las piezas; uno tiene la seguridad de que con todas esas piezas se va a lograr formar el producto que uno adquirió. Así mismo también Dios, quien conoce nuestro futuro, El tiene el conocimiento del producto finalizado que seremos, y El es quien nos está armando o re armando con todo lo que nos sucede a nuestro alrededor, cada situación, evento, oportunidad; nada de lo que nos sucede es por casualidad, Dios tiene el control de cada cosa, El nunca lo ha perdido, aunque algunas veces pareciera que no tiene sentido, El sigue en control. El sabe el producto terminado.

Uno se topa con diferentes piezas, de diferente tamaño, color, textura, unas bonitas, otras no tanto,y uno muchas veces no tiene idea de dónde o si realmente es necesaria, pero en el proceso uno se sorprende de como cada pieza tiene su lugar. Así mismo cada situación que rodea nuestra vida encaja perfectamente en el diseño de Dios, algunas veces son agradables otras veces dolorosas pero son necesarias en nuestra vida con el fin del diseño que tiene en mente Dios. No se trata de las piezas, se trata del diseñador, nosotros con nuestra mente humana no podemos entender ni imaginar el producto terminado que llegaremos a ser en el día del Señor, pero podemos estar confiados y recordar constantemente que el que tiene control y sabe nuestro futuro es quien esta obrando en nuestras vidas, no seremos siempre un producto no terminado, imperfecto, débil…llegaremos a ser ese diseño que Dios ya tenía en mente desde el inicio, el CONTINUARÁ HASTA QUE QUEDE COMPLETAMENTE TERMINADA, no se trata de nosotros, SE TRATA DE EL.

Escrito Por Katey Erickson

Durante las ultimas tres semanas hemos tenido un curso de vacaciones para los niños de la aldea mientras tienen vacaciones de la escuela. El propósito de cada actividad que hemos planeado para ellos durante el curso ha sido animarles a pensar críticamente y creativamente. Unas de las actividades también les anima a trabajar en equipo. Ha sido increíble ver a los niños pensar y aprender mientras están jugando, cocinando, o creando arte.

Yo quería usar el curso para animarles a pensar críticamente y creativamente por dos razones.

Numero 1 – porque no es algo que normalmente les enseña en la escuela publica de la aldea. La mayoría del trabajo que hacen es puro memorización, básicamente copiar y pegar, y a unos de los niños les cuesta mucho pensar por si mismo.

Numero 2 – porque cuando alguien aprenda a pensar críticamente y creativamente ellos pueden empezar a hacerlo en todas las áreas de su vida, incluyendo su vida espiritual. Si yo quiero animar a los niños a interactuar verdaderamente con Dios y su palabra en una manera profunda pero ellos no saben como pensar críticamente o creativamente va a ser difícil. Yo no quiero que sus interacciones con La Biblia o Dios sean puro memorización y repetición de lo que dice su pastor. Yo quiero que de verdad piensan por si mismo sobre su fe y que tengan conversaciones con Dios y su palabra.

Mientras he estado interactuando con los niños mientras ellos están aprendiendo como pensar mas críticamente y creativamente yo también he sentido el reto de pensar mas críticamente y creativamente. No solo en las actividades del curso pero en todas las áreas de mi vida. He sentido motivada a crear arte, leer, analizar, etc. Y ha impactado mi vida espiritual también. He tenido mas ganas de conectar creativamente con Dios, de dibujar mis oraciones, y de usar la fotografía para capturar lo que El me ha estado enseñando. También he tenido mas ganas de estudiar la palabra de Dios y de estudiarlo a lo profundo y luchar con las preguntas difíciles que tengo con diferentes textos.

Piensas creativamente o críticamente durante el día? Tienes salidas creativas y criticas en tu vida? Creativamente y críticamente interactúas con Dios y su palabra?

Si no, como podrías empezar?

Jon Keehn

A finales de la semana pasada tuve la oportunidad de ir con un grupo misionero de corto plazo, el cual hospedamos, en su día de viaje turístico. Ese tipo de días, al igual que este, son usualmente relajados y llenos de diversión. Sin embargo, mientras subíamos a una de nuestras lanchas nuestro conductor me preguntó si yo podía pararme al frente en la lancha y advertir de basura o ripio que podría haber en nuestro camino y dirigirle a girar si en caso fuera necesario alejarnos de la basura. Yo con gusto accedí ya que esto era algo que él me había pedido hacer muchas otras veces cuando vamos en viajes largos de lancha.

Katie Matthews

Un amigo mío me habló recientemente acerca de la idea de una Ciudadanía Global o Ciudadanía Mundial. Este término usualmente se define como, “una persona quien sitúa su identidad en una ‘comunidad global’ por encima de su identidad como ciudadano de cierta nación o lugar en particular. La idea es que la identidad de una persona trasciende fronteras políticas o geográficas…” Aunque es una nueva terminología, la base de la idea no lo es.

En Lucas 10:25-37 un abogado le pregunta a Jesús, “Maestro, ¿qué debo hacer para heredar vida eterna?” Jesús responde con una pregunta, “¿Qué está escrito en la Ley? ¿Cómo la interpretas tú?” (versículo 26). El abogado responde, “Ama al Señor tu Dios con todo tu corazón, con todo tu ser, con todas tus fuerzas y con toda tu mente, y ama a tu prójimo como a ti mismo”. Jesús afirma su respuesta pero rápidamente le hace otra pregunta. Versículo 29, “Pero él quería justificarse, así que le preguntó a Jesús: ¿Y quién es mi prójimo?”

Usar dos grupos de personas completamente diferentes y opuestas para demostrar la idea de amor y misericordia era algo inaudito para los judíos de en ese tiempo. A través del Antiguo Testamento vemos a Dios instruir a los judíos a mantenerse puros pues ellos eran Su pueblo escogido, a no casarse ni dejarse ser influenciados por naciones o culturas diferentes. Ellos no escucharon y su rebeldía contra Dios demostró más adelante nuestra necesidad por un salvador.

Jesús comienza.

El camino de Jerusalén a Jericó era extremadamente peligroso, también era conocido como el “Camino de Sangre”, debido a todo la sangre que había sido derramada a manos de ladrones. Jesús utiliza un escenario pertinente para comenzar la parábola. Jesús nos dice que este hombre, “cayó en manos de unos ladrones. Le quitaron la ropa, lo golpearon y se fueron, dejándolo medio muerto.” ¿Quiénes son los dos hombre que Jesús describe pasan de primero frente a este hombre mal herido? Un sacerdote y luego un levita. Ambos “se desviaron y siguieron de largo”, como si no les importara este inconveniente.

Entonces viene el Samaritano.

“El tuvo compasión.” Lucas 10:33

Jesús nos dice que el Samaritano limpia y cuida las heridas de este hombre, lo monta sobre su propia cabalgadura y lo lleva a un alojamiento para que él pueda descansar y recuperarse. Al día siguiente el samaritano le da al dueño del alojamiento de su propio dinero, pidiéndole al dueño que cuide del hombre herido por cuanto tiempo sea necesario hasta que él esté bien y le dice que le pagará al dueño del alojamiento cualquier gasto de más.

Jesús termina la parábola preguntando, “¿Cuál de estos tres piensas tú probó ser un prójimo del hombre que cayó en manos de unos ladrones?” Lucas 10:36.

El abogado responde, “El que se compadeció de él.”

“Y Jesús concluyó, ‘Anda entonces y haz tú lo mismo’”. Lucas 10:37.

Un samaritano y un judío. Dos grupos de personas que, en este tiempo, se odiaban unas a otras. Jesús utilizó estos caracteres polarizadores para mostrar su punto: Amar a todos.

Si soy honesta, yo soy culpable de ser un sacerdote o levita, desviandome y siguiendo de largo como para no ser incomodado por las ‘heridas’ de alguien más. Uso la excusa de tener una bebé para alejarme y no involucrarme en la vida de otras personas. Yo soy culpable.

Sin embargo, la semana pasada fui amablemente recordada de la importancia de este amor sin restricciones. Para hacer la historia corta, hubo un altercado entre dos hermanos en la aldea, dejando a sus hijos y esposas asustados y agitados. Este altercado no solo terminó con estas dos familias sino que el dolor y el miedo quedaron impregnados en el resto de las familias. A causa de nuestro pecado las cosas se ponen feas, confusas, y muchas veces lastiman a los que más amamos.

Hay tanta angustia en este mundo. Sí, tenemos gozo que Cristo venció a la muerte y conquistó la tumba y nos dejó al Espíritu Santo, pero este mundo es duro. Las relaciones son duras. Y duelen.

A pesar de esta angustia seguimos siendo llamados a amar y mostrar misericordia. Debemos caminar con las personas y dejar que el Evangelio sea el fundamento de nuestras relaciones, de cada una de nuestras relaciones. Debemos ver a todos con compasión, porque fuimos amados primero, a pesar de nuestro pecado.

Te reto, ¿quienes son las personas por las cuales tú no quieres ser incomodado? ¿Quiénes son las personas por las que te desvias y sigues de largo para evitarlas? ¿Cómo puedes amarlos mejor? ¿Cómo puedes servirles mejor?

Dios me ha recordado de la importancia de adentrarme en la batalla y seguir siendo obediente a dos palabras: hacer discípulos. Mi oración es que nosotros (yo) no nos acomodemos ni volvamos insensibles a las personas, que nosotros (yo) tomemos el tiempo de invertir y nutrir relaciones, aún más si nos hacen sentir incómodos.