Jon Keehn
A finales de la semana pasada tuve la oportunidad de ir con un grupo misionero de corto plazo, el cual hospedamos, en su día de viaje turístico. Ese tipo de días, al igual que este, son usualmente relajados y llenos de diversión. Sin embargo, mientras subíamos a una de nuestras lanchas nuestro conductor me preguntó si yo podía pararme al frente en la lancha y advertir de basura o ripio que podría haber en nuestro camino y dirigirle a girar si en caso fuera necesario alejarnos de la basura. Yo con gusto accedí ya que esto era algo que él me había pedido hacer muchas otras veces cuando vamos en viajes largos de lancha.
Cuando se cumplió una hora de viaje pensé dentro de mí que era gracioso el hecho de necesitar de alguien que advirtiera de basura o ripio ya que la mayoría de cosas que se encuentran son pedazos pequeños de basura que no tienen significado. Pero luego pensé que era interesante como debemos cuidarnos de los pedazos de ripio o basura grandes y como estos grandes pedazos a veces se “esconden” dentro de los pequeños e insignificantes pedazos de basura. Esto significa que no importa el tamaño de basura o ripio, todo es significante.
En este punto ya no podía dejar de pensar acerca de mi vida como seguidor de Jesús y como esto era un reflejo de como debo de ver al pecado en mi vida. Puede que haya una cosa pequeña por aquí o por allá que no parece ser importante pero que cuando dejo que esas cosas vayan desapercibidas por cualquier cantidad de tiempo es casi seguro que algún pedazo de basura grande va a esconderse entre esta basura “insignificante” en mi vida. Aun más, mientras estaba de pie al frente de la lancha buscando por basura diligentemente, no podía simplemente ignorar las cosas pequeñas porque podría haber habido algo más grande escondiéndose entre ellas.
Puede que no seas responsable de cuidar de otras personas, pero definitivamente eres responsable de cuidar de la basura y pecado en tu propia vida. ¿Cómo te proteges para evitar que las “cosas pequeñas” se conviertan en grandes pedazos de basura que puedan llegar a arruinarte? La parte increíble es que cuando se trata de encontrar el pecado en nuestras vidas no estamos solos. Así como yo estaba ayudando a nuestro conductor a buscar ripio, se nos ha prometido que el Espíritu Santo nos ayudará a ver nuestro pecado para que nos arrepintamos y volvamos a Jesús. ¿Cómo estás pidiéndole al Espíritu Santo que te ayude a ver y redargüirte del pecado en tu vida?