El Primer Paso
Por Mayra Duran
En los últimos meses he estado leyendo una novela histórica de un libro fascinante, el cual no me había decidido a leer ya que contiene casi las 1,000 páginas. Cuando comencé el libro, sentía que no avanzaba y cada capítulo se me hacía eterno. Ahora que llevo más de la mitad del libro, no quiero que se termine y trato de disfrutar cada capítulo lo más que puedo. Creo que no hubiera descubierto lo extraordinario que era este libro si nunca me hubiera atrevido a dar el primer paso: leer la primera página.
Al pensar en esto, me recordé que tres años atrás tenía el deseo de hacer algo por Melvin, un chico que vive en la aldea con parálisis cerebral, quien pasa la mayor parte de su tiempo en cama sin poder caminar ni hablar. Con toda la intención de ayudarle, le preguntaba a Dios si había algo que pudiera hacer por él. ¿Y saben qué? No recibí respuesta alguna. No me animaba ya que era un reto grande. Pero fue hasta un año después que decidí hacer algo por él. Así que me animé a dar el primer paso y fui a visitarlo. La primera visita fue todo un desastre, hasta lo hice llorar con lo que llevaba preparado. Estaba un poco frustrada y sólo era la primera visita. Sin embargo, Dios tenía todo perfectamente calculado.
La siguiente semana un grupo de Estados Unidos visitaba El Faro y eran perfectamente lo que Melvin necesitaba: fisioterapeutas. Y fue en esa semana que la ayuda perfecta llegó a la casa de Melvin. Los fisioterapeutas nos mostraron a su familia y a mí algunos ejercicios para trabajar con Melvin. Actualmente, después de dos años, él recibe fisioterapia dos veces a la semana con el propósito de ejercitar sus músculos y huesos. Su familia ha visto grandes cambios fisiológicos en el cuerpo de Melvin y en su forma de ser. No cabe duda que Dios hace todo perfecto en Su tiempo pero nos invita a dar pequeños pasos para poder contemplar sus maravillas.
¿Hay algo a lo que Dios te ha estado llamando a hacer y no lo has hecho? ¿Qué te ha detenido para dar el primer paso? Muchas veces esperamos confirmaciones de distintos tipos cuando Dios nos invita a tan sólo dar el primer paso. Creo firmemente que la vida de Melvin ha tenido un gran cambio y todo gracias a Dios, pero Él necesitaba que alguien diera el primer paso.
“Él conoce cada uno de mis pasos; puesto a prueba, saldré puro como el oro. Yo siempre he seguido sin desviarme el camino que él me ha señalado. Siempre he cumplido sus leyes y mandatos, y no mi propia voluntad. Cuando él decide realizar algo, lo realiza; nada le hace cambiar de parecer. Lo que él ha dispuesto hacer conmigo, eso hará, junto con otras cosas semejantes.”
-Job 23:10-14
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